Esto es interesante..
Humberto Hernández Hadad/ Ex senador de
Tabasco
1.- La realidad objetiva del país se
encuentra a la vista en todos los frentes. Un plan de reconstrucción nacional
es necesario para autocorregir y replantear en muchas materias, las fallas y
errores que hoy afectan la marcha económica y la gobernabilidad misma de
México. Las inundaciones de octubre son parte de esa realidad que sólo con
voluntad política podría cambiarse.
2.-Mientras el norte se consume de sed por
una feroz sequía -que lleva erogada la tercera parte del Fondo de Desastres
Naturales, el sur y el sureste se inundaron con un saldo de pérdidas mayores,
que preliminarmente pueden medirse en alrededor de diez mil millones de pesos.
La reparación de la infraestructura destruida y los bienes y enseres perdidos
por la población afectada, van a agudizar el desempleo rural y la emigración de
muchos trabajadores hacia el centro del país y la frontera norte.
3.-Aquella tradición que enorgullecia a la
ingenieria mexicana, de contar con uno de los cuerpos más calificados del mundo
en materia hidráulica, quedó rebasada por una avalancha de agua y lodo. Las
Comisiones para las cuencas hidráulicas que tuvieron durante varias décadas un
destacado papel en el desarrollo regional, hicieron notar su ausencia y su
experiencia técnica para manejar las aguas desbordadas, que todavía podrían
causar mayores siniestros durante este mes de octubre.
4.-En medio de acusaciones cruzadas sobre
los presuntos responsables de las inundaciones, se escuchó la opinión de la
Semarnap, explicando que muchos vasos reguladores fueron rellenados y
urbanizados indebidamente, con las consecuencias de estar hoy bajo el agua. La
falta de planificación urbana y los trámites irregulares que permiten construir
donde debiera estar prohibido son buena parte del problema.
5.-Pero también se desprende otra leccion
importante de estos desastres naturales. La Comisión Federal de Electricidad y
la Comisión Nacional del Agua están siendo cuestionadas por sectores que ponen
en duda la manera en que administran las presas y sus descargas de excedentes.
Esa es una de las explicaciones que ha tomado carta de naturalización en
algunas de las zonas afectadas, como es el caso de Tabasco, donde amplios
sectores de población están convencidos de que estos desbordamientos podrían
haberse evitado, si las presas hubieran tenido mejor regulación.
5.-Con buen sentido del humor, contaba
Carlos Pellicer, que al darle la bienvenida a sus visitantes, los tabasqueños
debíamos decir "Bienvenido a mi agua, en vez de bienvenido a mi
tierra". Y en uno de sus poemas mas representativos, Carlos de America se
inmortalizó, describiendo genialmente a su tierra natal, a sus hombres y a sus
mujeres, con un canto poético que las letras de habla hispana han puesto en un
sitio dehonor: "Agua de Tabasco soy/ agua de Tabasco vengo..."
6.-Pero más allá de las inundaciones y la
falta de recursos con que evidentemente fueron enfrentados sus estragos,
destaca en la realidadnacional la persistencia de un modelo macroeconómico que
le ha impuesto una regresión al desarrollo nacional. La evidente rigidez
dogmática de los economistas neoliberales forma parte del problema, pues
regatea los recursos financieros para el desarrollo regional sustentable
dejándole la reponsabilidad al mercado y sus agentes económicos.
7.-Estos desastres naturales son un aviso
de que el país está en franco retroceso y de que no contamos con los
instrumentos para enfrentarlos, ni con los recursos para remediarlos. Los
recursos humanos de alta calificación como fueron aquellos prestigiados
especialistas en ingenieria hidráulica que el país formó a lo largo de varias
décadas, no tienen una presencia institucional y orgánica en la toma de
decisiones de esta hora. Parecían prescindibles y hoy la realidad los reclama
para que aporten al país su experiencia en el manejo del agua.
8.-Por lo que se refiere a los recursos
financieros, no podía haber sido más triste la respuesta tecnocrática, al
anunciarnos más estrecheces presupuestales. En vez de ir a los organismos
internacionales a explicar con datos frescos el tamaño de las pérdidas sufridas
por las inundaciones del sur y las sequías del norte, y gestionar ante la banca
internacional algunas medidas de alivio, nos convocan a hacer más sacrificios
para apuntalar un modelo económico neoliberal que no ayuda a nadie ni cuando
hay situaciones de tragedia como las que hoy viven varios estados de la
República.
9.-Para los neoliberales que esperaban
sustraer del patrimonio nacional el petróleo y la electricidad, ésta fue su
despedida. La regulación de los recursos hidráulicos de la nación es asunto de
seguridad nacional, al igual que las reservas de hidrocarburos, y por lo mismo
sólo pueden mantenerse legítimamente al servicio del interés nacional en manos
del Estado. Si transitoriamente la administración estatal ha tenido fallas,
ahora es el momento exacto para convertir a la industria petrolera y a la
industria eléctrica, en los pilares estratégicos y eficientes del desarrollo
nacional sustentable. Si los quieren subastar porque ya no funcionan como
propiedad de la nación, es un argumento fallido y fácil de desarmar.
10.-Las aguas del neoliberalismo van de
salida y entre sus caudales van flotando los escombros de varias instituciones
públicas que jugaban un papel vital en casos de desastres naturales. Una de
ellas, la Conasupo, que no estuvo presente en esta ocasión porque la
necesitaron durante el salinismo para operaciones neoliberales. Ojalá los
aspirantes priístas a la Presidencia de la República asuman ese deslinde ineludible.
Reclamando el ejercicio de la responsabilidad social del Estado, especialmente
en casos de tragedias colectivas como estas inundaciones. Si dan ese paso, les
servira para no ahogarse en la inundación nacional causada por el dogma
neoliberal.
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